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3.7.07

El nombre dice mucho

Uno de los pasos más importantes a la hora de abrir una empresa o negocio es escoger un buen nombre ya que éste, aunque parezca un detalle accesorio, puede ser esencial para el éxito de un proyecto comercial. Éste [el nombre] debe tener relación con la actividad de la que se trate o, al menos, sugerirla, a parte de ser sonoro, elegante y fácil de pronunciar.
Los hay de todo tipo
Siglas y acrónimos: Es el procedimiento más común, como vemos en Microsoft (Microcomputer Software) o Repsol (Refinería de Petróleo de Escombreras Oil).
La palabra más cercana: Carrefour (encrucijada, en francés) se llama así porque la primera tienda estaba en un cruce. Adobe es el nombre del río que pasaba cerca de la casa del fundador de la empresa. Danone proviene de Dan (diminutivo de Daniel, hijo del dueño) y One (uno, porque era el primer hijo).
El azar: Apple tenía que elegir un nombre ese día; no encontraban nada que les gustase y, como el dueño se estaba comiendo una manzana, puso ese nombre. Para determinar si su empresa se llamaría Hewlett-Packard o Packard-Hewlett, los dos socios tiraron una moneda al aire.
Capricho: El creador de Lotus era profesor de meditación trascendental, donde el loto simboliza el desarrollo espiritual. Lycos proviene de Lycosidae, el nombre latino de una variedad de arañas. Kodak no significa absolutamente nada en ninguna lengua: es sólo una combinación de letras que le sonó bien a su inventor.
Deformación: La palabra Hotmail se eligió porque incluía las letras HTML, el lenguaje utilizado para programar páginas web, e inicialmente se escribía HoTMaiL. Googol es un término algebraico que representa un uno seguido de cien ceros, pero al escribirlo alguien cometió una errata y de ahí nació Google.
Palabras cultas: Xerox, especialistas en fotocopias en seco viene del griego xer (seco). Sony proviene del término latino sonus (sonido). Nero es el nombre inglés de Nerón, de quien se dice que incendió Roma. Canon viene de kwanon, una palabra japonesa que designa al Buddha. Nike es la diosa griega de la victoria. Yahoo es el nombre que Jonathan Swift, en Los viajes de Gulliver, dio a una persona con aspecto repulsivo.
La casualidad, la mera ignorancia o simplemente el hecho de no fijarse bien en el nombre que se elige pueden jugarte una mala pasada. Hay muchos ejemplos, como la inmobiliaria Construcciones Cae, una empresa fabricante de extintores llamada Palma-Peña o un restaurante tailandés de París que tiene por nombre Tan Dao Vien.
Lo cierto es que poner nombre a una empresa no es tarea fácil. Los que nos gustan pueden estar ya cogidos y hay que exprimirse la cabeza. Para averiguar cuáles están ya en uso existen muchas páginas que se pueden consultar a través de Internet (www.iberinform.es es una de ellas). Escribe el nombre en el que estás pensando para tu negocio y comprueba si está registrado. Y suerte.