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28.2.08

Empleados atractivos: el sexo vende

Existen mayores posibilidades de que los compradores compren un artículo, e incluso lleguen a pagar más por él, si quien se lo vende es un vendedor atractivo, en particular del sexo contrario. Incluso si una camisa ha sido usada y no ha sido lavada, algunos consumidores estarían dispuestos a pagar más si la persona que la usó estuviera de buen ver.
Son datos de un estudio registrando las reacciones de 300 compradores, quienes tuvieron delante a un atractivo modelo y a un vendedor normal que trataba de vender una camisa que era la última en el almacén. Los investigadores descubrieron que, tanto los compradores masculinos como femeninos que vieron al modelo dejar en el vestuario la camisa, estaban dispuestos a probarse aquella prenda de ropa. Por el contrario, con el comprador medianamente atractivo, los participantes evaluaron la camisa negativamente.
"Los resultados demuestran que vale la pena tener en el trabajo a empleados atractivos", señalan los catedráticos de la Universidad de Arizona (EE.UU.) responsables del estudio. En el caso que no se pudiera contratar a personal que responda a los cánones de belleza, es preferible que los empleados vayan vestidos de forma elegante y que atiendan a la clientela de la mejor forma posible.

27.2.08

La ignorancia Z ridiculiza a España en el exterior

La verdad es que cuando se escucha al presidente español uno no puede dejar de hacerse cruces y oyéndole no se sabe si nos encontramos ante el absurdo monólogo de un humorista o ante la ignorancia supina de un líder que debiera ser tremendamente preocupante para los ciudadanos de este país. Así, el que con toda seguridad no será más que el penúltimo desliz económico de Zapatero y al que ahora nos referiremos se suma al tremendo que protagonizaba durante el debate electoral con el líder del PP, Mariano Rajoy, que tuvo lugar el pasado lunes y que fue horriblemente aciago para él. No es de extrañar con tan bajo nivel. En el debate, el presidente afirmó, sin ruborizarse, que la desaceleración que experimenta la economía española se debe, sobre todo, a la “recesión económica mundial” que viven los mercados. Fallo de considerable importancia: ni existe recesión (es decir, tasas negativas del PIB durante, al menos, dos trimestres consecutivos), ni mucho menos afecta a la economía mundial, ya que durante los últimos años la riqueza global ha crecido a un ritmo cercano al 5 por ciento anual. De hecho, debido, precisamente, a la globalización, la economía del planeta ha gozado de una salud excelente, alcanzando récords históricos de crecimiento. Países emergentes como China o India avanzan a un ritmo cercano al 10 por ciento anual. La Unión Europea lo hace a tasas del 2 por ciento. Ni siquiera la economía de Estados Unidos, que vive una situación delicada desde el estallido de la crisis de las hipotecas subprime, ha entrado, por el momento, en la temida recesión. Otra cosa puede ser la situación española pero escuchando tales tonterías a muchos no nos extraña.
Pero el desconocimiento mostrado por el señor Zapatero en este ámbito que desde el extranjero se ve tremendamente ridículo pero que en su país muchos diarios -afines, se supone- lo toleran sin vergüenza no es exclusivo tan solo de él. Recientemente, el ministro español de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, confundió el término Euríbor por el de “Euroíbor” -y no, no fue un error casual ya que insistió reiteradamente en él-, inventando así un nuevo índice de referencia hipotecario propio del sistema financiero. Si ya es lamentable no conocer ni el nombre de los asuntos que te conciernen, con respecto a esto, resulta que Zapatero afirmaba ayer durante una entrevista televisada que el Euribor (es decir, el precio de referencia para las hipotecas) “lo fija el Banco Central Europeo”. Algo que ni se acerca someramente a la realidad. ¡Cómo es posible desconocer tal cosa! Y es que, el valor del citado índice lo calcula la Federación Bancaria Europea, mediante la media de los precios de los 64 principales bancos europeos. Este tipo de interés se aplica a las operaciones entre bancos de Europa partiendo de los precios de oferta de los préstamos que se hacen entre sí las 64 principales entidades crediticias europeas. Es decir, el porcentaje que paga como tasa un banco cuando otro le deja dinero. De hecho, el Euribor no es un solo tipo, sino un conjunto de ellos. Las entidades financieras usan diferentes tipos de interés según el plazo al que se prestan dinero. Por tanto se puede hablar de Euribor a una semana, a un mes o a un año. El Euribor a un año es el que se usa normalmente como referencia para las hipotecas. Un índice, pues, fundamental, no sólo para el sistema financiero en general, sino para todas aquellas familias que se han visto en la necesidad de solicitar un préstamo para adquirir una vivienda (millones en España). Además, el encarecimiento de estos créditos, debido a la progresiva subida de tipos de interés, constituye hoy en día una de las principales preocupaciones de los españoles que están endeudados hasta las cejas, puesto que han aumentado las dificultades para hacer frente a los pagos mensuales de las hipotecas.
Pero pese a su error de base y pleno desconocimiento en la materia, Zapatero no duda en asegurar que el Euríbor “ha llegado a un techo, ya que está bajando”. Es más, “a partir de junio se empezarán a notar por parte de las primeras familias en nuestro país que les baja algo la cuota de las hipotecas”. Un pronóstico muy arriesgado teniendo en cuenta que, tanto los expertos como el propio presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, ha descartado recientemente bajar el precio del dinero, actualmente fijado en el 4 por ciento, debido a los riesgos inflacionistas que sufre la economía comunitaria. Sin una reducción previa de tipos por parte del Banco Central Europeo, el Euríbor no experimentará cambios sustanciales, y menos aún a la baja.

25.2.08

Cómo ganar en bolsa sí o sí

Ganar en bolsa es mucho más sencillo de lo que nadie pensaba. Eso sí, hay que olvidarse de las creencias tradicionales sobre el mercado. Un informe de la London Business School asegura que basta con comprar los valores que más suben en cada momento y vender (ponerse bajista) los que más caen para batir de forma sostenible a los índices bursátiles y a las estrategias basadas en invertir en empresas infravaloradas (el famoso estilo value).
Este descubrimiento ha dejado alucinados a los propios autores del informe -los prestigiosos profesores Elroy Dimson, Paul Marsh y Mike Staunton-, puesto que desmonta totalmente la teoría de los mercados eficientes. "Estamos perplejos y no somos los únicos; la mayoría de los académicos están vagamente avergonzados por esta conclusión", ha declarado el profesor Marsh al Financial Times, fuente de la información.
La teoría clásica de los mercados eficientes sostiene que los mercados reflejan a largo plazo el valor real de las compañías; por tanto, la mejor forma de batirlos es invertir en empresas infravaloradas, que deben subir hasta su valor justo (y cuyo potencial de caída es teóricamente reducido, lo que te da un margen de seguridad). Es decir, la estrategia value inventada por Benjamin Graham y cuyo máximo exponente es Warren Buffett.
El estudio utiliza series de datos desde 1900 para analizar la eficacia de una inversión sistemática siguiendo el momentum (la evolución reciente del mercado), que consiste en comprar los valores que mejor lo han hecho en un período anterior y ponerse bajista en aquellos que lo han hecho peor. Así, crea dos carteras, una con los 20 grandes valores británicos que más habían ganado en los 12 meses anteriores y otra con los que más habían perdido; ambas carteras se recalculan cada mes. El resultado es que la cartera de los ganadores obtiene una ganancia media anual del 15,2 por ciento desde 1900, mientras que la de los perdedores se queda en el 4,5 por ciento anual.
Este estudio también realiza el mismo ejercicio para el conjunto de la Bolsa de Londres y acotando el período desde 1955 hasta 2007. En este caso, el resultado es una ganancia del 18,3 por ciento anual para la cartera de los mejores valores frente al 6,8 por ciento de la cartera de los peores. La conclusión es la misma para otros países: entre 2000 y 2007, la cartera con los valores que más suben en los meses anteriores ganan a la de los títulos que más bajan por un 4 por ciento en Estados Unidos, por un 21 por ciento en Francia y por un 39 por ciento en Alemania. Es más, esta diferencia se va ampliando con los años, y en 2007 fue "asombrosamente grande", según Marsh. El año pasado, una cartera con posiciones alcistas en los valores que más habían subido y bajistas en los que más habían caído ganó más del 50 por ciento en Canadá, Holanda, Francia, Dinamarca y Alemania, y un 32 por ciento en Estados Unidos.
Hay que tener en cuenta que construir una cartera así no es tan sencillo como parece. Hay que ir cambiando su composición regularmente porque los valores que más ganan y más pierden van cambiando, lo que incrementa los costes operativos. Además, a veces los valores que más pierden son muy pequeños, lo que hace difícil tomar prestados títulos para ponerse bajista. Aun así, los resultados son contundentes. "No debería ser tan fácil ganar dinero en bolsa, simplemente ordenando los valores según su comportamiento pasado, pero es así", reconoce Marsh. "Es una estrategia muy sencilla, comprar los ganadores y vender los perdedores. En un mercado eficiente, no debería funcionar", añade.

23.2.08

¿Por qué no conviene dejar demasiada propina a los camareros?

Porque si todo el mundo hiciera lo mismo, los restaurantes o cafeterías no se verían obligados a subirles los sueldos a sus empleados ya que, gracias a las propinas, éstos disponen de un mayor salario. Así, el beneficio de nuestra generosidad, inicialmente destinada a la persona que nos ha atendido, revertirá directamente en el empresario.
¿Y si queremos encontrar un restaurante bueno y barato? ¿Cómo puede ayudarnos la economía? Es fácil: hay que buscar un área con precios de alquiler bajos cerca de otra con los alquileres por las nubes. Si quieres encontrar comida familiar de buena calidad, los anuncios inmobiliarios son a menudo más útiles que una guía de este tipo de locales.
Estos y otros consejos son los que el economista norteamericano Tyler Cowen presenta en su nuevo libro 'Descubre al Economista que llevas dentro', con los que pretende mejorar nuestra vida en aspectos que en principio no tienen mucho en común con la economía, como el amor, el trabajo o el sexo: ¿Qué tienen que ver los principios económicos con las reuniones de trabajo o la vida en familia? ¿Cómo puede la Economía hacernos mejorar en nuestras relaciones personales?... Así, sus páginas no están plagadas de cifras y estadísticas como se podría imaginar en un principio, sino de contenidos "más prácticos", según el autor, que lo define como un libro "con ideas". "La economía no es sólo una ciencia", ha asegurado Cowen, "sino también un arte, el de las Humanidades, que tiene detrás a filósofos como Platón y Aristóteles".
Su libro aparece en el mercado en una época en la que se ha generalizado la publicación de textos que pretenden acercar la economía a los no especialistas. 'Freakonomics' o 'El economista camuflado' se han convertido en poco tiempo en éxitos de venta en todo el mundo, debido en parte a las turbulencias que, en los últimos meses, han hecho balancearse a los mercados de todo el planeta. Sin embargo, el libro de Cowen intenta tomar un camino diferente: el del individuo en su vida diaria. Así, el experto nos ofrece un abanico de recetas para que cualquier ciudadano de a pie pueda analizar y mejorar, mediante principios económicos básicos como el de la utilización de los incentivos, algunos de los aspectos cotidianos de la vida. "Hay muchos ejemplos en el libro, que entre otros temas habla de cuando una persona busca enamorarse, comer bien en un restaurante o sacar provecho de una reunión de trabajo".
"La gente piensa en el dinero, pero entiende que no es lo más importante de la vida". Sin embargo, en ocasiones la sociedad se comporta como un mercado global en el que se intercambia casi cualquier cosa por dinero u otros bienes -materiales o no-, una idea que, asegura Cowen, no es demasiado realista.
"Los amigos o la familia son cosas verdaderamente importantes y que solemos tratar sin pensar demasiado en ello", algo que considera un error. "A menudo hay que analizar las cosas para entender que a veces no se deben analizar", asevera el prestigioso economista, cuya bitácora, Marginal Revolution -revolución marginal (en inglés)-, es uno de los blogs económicos más visitados del mundo.
"Tengo una visión de la vida muy romántica: no todo se paga con dinero, hay cosas muy importantes, como las emociones, que no se compran", afirma Cowen, que asegura que es necesario "abrazar ideas contradictorias" que aúnen sabiduría y autoengaño para conseguir éxito en la vida. "Don Quijote, por ejemplo, tiene mucho de autoengaño", explica, "y Sancho Panza nada, es todo razonamiento. Pero la novela necesita a los dos personajes, igual que en la vida: necesitamos las dos influencias" para ser capaces de abrirnos al mundo y entender nuestras emociones y contradicciones.

16.2.08

Los trabajadores de Facebook: auténticos reyes

Estos son los privilegios que gozan los trabajadores de Facebook: Plan médico, dental y de visión gratuito incluido en el contrato; si vives a más de dos kilómetros te dan 600 dólares al mes para una vivienda; desayunos, comidas y cenas diarias sin pagar un céntimo; servicio de lavandería y tintorería; guardería, gimnasio, aparcamiento gratuito, incentivos extra para el plan de pensiones, opción de elegir entre un PC o un Mac… unas condiciones laborales de ensueño, sin duda, que ya son posibles gracias a la era de Internet. Y es que el éxito de las redes sociales ha generado verdaderos gigantes empresariales. Quien le iba a decir en el año 2002 a Mark Zuckerberg, un estudiante recién salido de Harvard, que decidió crear una página que sirviera de plataforma de unión entre sus compañeros de universidad, que, tan sólo seis años después, su idea valdría millones. De hecho, Facebook se ha convertido en el objeto de deseo de los más grandes. Sin ir más lejos, Microsoft ha conseguido hacerse con un paquete de acciones por 240 millones de dólares –valoró la compañía en 15.000 millones- y con la exclusividad publicitaria de la red social.
Pero Bill Gates no ha sido el único que ha visto el potencial de esta red social que ya ha desbancado a MySpace. En el verano de 2006, Yahoo! intentó un acercamiento con la compañía para comprarla y estaba dispuesto a pagar unos 2.000 millones de dólares –aunque Google la valoraba en 20.000-. En cualquier caso, las cifras son tozudas. Facebook facturó 150 millones el pasado año y tiene como principal objetivo aumentar esta cantidad hasta los 300 millones en el presente.
Hay quien dice que el éxito de Facebook reside en su diseño, otros en sus posibilidades, otros en el perfil de sus usuarios, por una cuestión de identificación… sea por lo que fuere, lo cierto es que la plataforma de Zuckerberg cuenta hoy en día con más de 50 millones de incondicionales de todos los países y más de 17 millones de miembros.
Facebook es a día de hoy la gallina de los huevos de oro. Pero el imparable avance de las nuevas tecnologías hace que cualquier novedosa iniciativa tenga fecha de caducidad. Reformarse o morir, y el próximo pelotazo estará en manos de quien vaya un paso por delante. ¿Quién tomará el relevo del éxito? Poned, pues, a trabajar vuestras mentes.

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12.2.08

EE.UU. dirá adiós a su hegemonía económica este año

Los Estados Unidos van a perder su supremacía económica en el presente año, al menos según el augurio que ha lanzado el instituto de prospectiva Oxford Economics y que a buen seguro hará correr ríos de tinta y, cómo no, de dinero.
Este año Gran Bretaña ya adelantará a los estadounidenses en producto nacional bruto por habitante. Será la primera vez que los norteamericanos son desplazados del liderazgo económico desde la primera guerra mundial. El Oxford Economics señala que Francia y Alemania no tardarán en seguir el ejemplo británico.
El índice empleado (producto nacional bruto por habitante) no es muy representativo del nivel de vida de los ciudadanos, porque no contempla el coste de la vida en cada país. Pero, en todo caso, sí es indicativo de una tendencia constante y de un fenómeno de fondo: a partir de este año, el centro económico de Occidente ya no estará en los EE.UU., como en los últimos noventa y cuatro años, sino que volverá a Europa.
Los comentaristas británicos han interpretado estas cifras como resultado de la política económica impulsada por el conservador John Major y continuada por el laborista Tony Blair, cuya característica fundamental ha sido mantener una libra esterlina fuerte frente al euro y al dólar. No obstante, el fenómeno es más amplio: el crecimiento es general en Europa, mientras que la ralentización del crecimiento norteamericano parece inexorable. Por otro lado, estos resultados requieren precisiones importantes: el cálculo del producto nacional bruto incluye, de manera engañosa, a los “productos financieros”, que de “producto” sólo tienen el nombre, y que no corresponden a ningún bien tangible. Así, parece que el actual movimiento se explica, entre otras razones, por la decisión de los financieros anglosajones de repatriar sus dineros a la City (y también a París y a Berlín) y cerrar sus cuentas en Nueva York, abandonando América en plena crisis como quien abandona un barco en peligro.
Desde el punto de vista histórico, el dato ofrece una conclusión: Europa se ha repuesto, después de un siglo, de los desastrosos efectos de aquella larga guerra mundial que comenzó en 1914 y cuyos coletazos se prolongaron hasta el final de la Guerra Fría.
He aquí algunos datos sobre la evolución del producto nacional bruto por habitante evaluado en dólares constantes, según el cálculo del Oxford Economics. Los EE.UU. han pasado de 25,612 en 1993 a 47,427 en 2008. En ese mismo periodo, el Reino Unido ha pasado de 16,796 a 48,062. Alemania ha pasado de 25,093 a 44,199. En cuanto a Francia, su evolución ha sido de 22,724 en 1993 a 44,333 en 2008.

7.2.08

Qué espera un jefe de ti

A más de uno le gustaría tener la clave que le permitiera convertirse en el favorito de su jefe. Lamentablemente, no existen fórmulas mágicas, pero sí combinaciones de habilidades que gustan más que otras y que unidas y bien utilizadas pueden hacer que logres tu objetivo. Y no, la cualificación profesional no siempre es suficiente por sí sola para subir la empinada escalera del éxito profesional en una empresa. Siempre se valora la honestidad, la dedicación, el sentido de la responsabilidad, la lealtad a la empresa y la profesionalidad. Pero aquí no acaba todo, hay otras cosas que también importan:
Comunicación. La capacidad de comunicarse de forma eficiente es una de las que más frecuentemente mencionan los jefes en todas las encuestas. Quieren empleados capaces de escuchar, de hablar con claridad y de redactar con precisión.
Análisis. Saber entender una situación, verla desde múltiples perspectivas para poder afrontarla y ser capaces de distinguir lo esencial de lo superfluo son capacidades fundamentales para resolver problemas. Aplícatelo.
Informatización. Todo el mundo presume de sus conocimientos en este campo, pero suelen distar mucho de lo óptimo y a veces todo se queda en simples nociones. Hay que estar al día, especialmente en el manejo de procesadores de textos, bases de datos y correo electrónico. Y olvídate del messenger.
Diplomacia. Tener lo que se llama ‘mano izquierda’ es una gran ventaja para alcanzar cotas más altas. Llévate bien con los compañeros y trabaja en equipo.
Adaptabilidad. No basta con hacer siempre bien el mismo trabajo. Un empresa necesita personas flexibles que puedan enfrentarse a retos y a situaciones anómalas. Capacidad de respuesta.
Planificación. Nada aborrecen más los jefes que el caos, real o aparente. Aunque completes tus tareas a tiempo, no avanzarás si no te consideran una persona ordenada. Y no basta con serlo, hay que parecerlo.
Creatividad. Si encuentras la solución a un problema que parecía irresoluble, te habrás ganado la estima de tus superiores. Especialízate en el manejo de situaciones críticas e investiga cómo otros han resuelto problemas parecidos. Observa, aprende y aplica.