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24.11.09

A broncas con el jefe, bueno para el corazón

Según un estudio sueco publicado en el Journal of Epidemiology and Community Health, dos veces más peligro de sufrir un ataque o morir de alguna enfermedad cardíaca tienen las personas que sufren disgustos sin rechistar que aquellas otras que explotan de ira ante sus jefes. (Sus autores, científicos de la Universidad de Estocolmo, estudiaron a 2.775 trabajadores varones desde comienzos de los años noventa hasta 2003.)
Entre otras cosas, midieron su presión sanguínea, el índice de masa corporal y los niveles de colesterol, además de preguntarles a cómo reaccionaban al sentirse tratados injustamente en la oficina o la fábrica.
En los diez años analizados se produjeron cuarenta y siete fallecimientos por ataques cardíacos o enfermedades cardiovasculares.
Tras un análisis caso por caso, en el que tuvieron en cuenta tanto los factores biológicos como los distintos niveles de estrés, llegaron a la conclusión de que los que reprimían su enfado tenían el doble de probabilidades de enfermar y morir.
No obstante, los propios investigadores aconsejan a los trabajadores que no griten a sus jefes. "No es el mejor remedio. Pero siempre es mejor decir en voz alta que uno se siente tratado injustamente y tratar de encontrar una solución".