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9.11.09

Hablar de sexo en el trabajo deprime a los empleados

Ni chistes subidos de tono, ni flirteos, ni insinuaciones, ni discusiones sobre problemas sexuales... Llevar el sexo al trabajo mina la moral de los empleados, hasta el punto de que pueden deprimirse, faltan más días a su puesto laboral y se sienten menos valorados.
Existen estudios que buscaban el efecto del comportamiento sexual en el lugar de trabajo. Para llevar a cabo la investigación, se tuvieron en cuenta tanto las bromas de contenido sexual, las insinuaciones entre compañeros de trabajo, las discusiones que pudiesen mantenerse sobre problemas sexuales o incluso el flirteo entre empleados. El objetivo de todo ello era observar si hombres o mujeres, indistintamente, obtenían algo positivo de estas conductas. Pero ni disfrute ni fortalecimiento de los lazos afectivos. Todo lo contrario. Los investigadores descubrieron que sólo un 25 por ciento de los trabajadores que se exponen a este tipo de conductas las encuentra divertidas, mientras que la mitad se muestra más bien aséptico ante ellas. Sin embargo, incluso aquellos trabajadores que disfrutan de un buen chiste verde o de los flirteos con otros empleados muestran síntomas negativos. Así, presentan más tendencia a faltar a su puesto de trabajo, se sienten menos valorados e incluso presentan síntomas de depresión más frecuentemente que otros empleados a los que las bromas picantes les dejan indiferentes.
Los resultados son un sabio consejo tanto para los jefes como para los empleados: el sexo, y todo lo relacionado con ello, mejor dejarlo al margen del trabajo.