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31.8.09

¿Cortes o tomadura de pelo?

El estilista británico Stuart Philips es una de esas especies raras que en un generalizado panorama empresarial marcado por la crisis asegura que su negocio, una peluquería de lujo, “está creciendo y es cada vez más demandado”. Pero es que, encima, el corte de pelo estándar que ofrece en su salón de peluquería, el Covent Garden de Londres, ronda los 23.000 euros (20 mil libras).
Su fama viene precedida por haber sido uno de los estilistas con más éxito en Hollywood y, más tarde, el preferido de la Academia Británica de Cine y Televisión. Consiguió el récord Guinness al corte de pelo más caro en el año 2007 con uno que costaba ocho mil libras. En la actualidad, ha aumentado en más del doble el precio y asegura que su negocio va viento en popa.
Aquel que paga tal dineral por cortarse el pelo en su salón -que cuenta entre sus mejores clientes a las esposas de oligarcas rusos- recibe una atención personalizada durante todo el día, donde le ofrecen absolutamente de todo, desde cocineros que preparan su plato preferido, hasta cuidadores de mascotas, intérpretes, productos para el cuidado del cabello en casa… y hasta guardaespaldas por si los necesitasen.
Entre los más poderosos, y ya han pasado todo tipo de famosos y personalidades por el establecimiento, comenta el estilista que “no he notado ningún signo que denote desaceleración económica, todo lo contrario, vienen más”, y aunque suele guardar en el anonimato la identidad de sus clientes si así se lo piden, es conocido que entre sus asiduas se encuentran, por ejemplo, la tenista Serena Williams o la cantante Michelle Heaton.

27.8.09

Por qué papá o mamá ya no tienen trabajo

El programa infantil de televisión Barrio Sésamo quiere ayudar a padres e hijos a hacer frente a la actual crisis económica, por lo que en su emisión estadounidense ofrecerá un especial lleno de trucos para ahorrar y en el que se explicará a los más pequeños por qué papá o mamá ya no tienen trabajo.
Con una tasa de desempleo del 9,4 por ciento, en Estados Unidos son muchas las familias que conocen de primera mano los efectos de la crisis y he aquí el motivo de que se las quiera ayudar desde Sesame Workshop, entidad sin ánimo de lucro que se encuentra detrás del exitoso espacio.
Con esa dura realidad en mente, la productora con sede en Nueva York ha creado el episodio especial "Las familias se mantienen unidas: Sentirse seguros en tiempos difíciles", que el próximo 9 de septiembre emitirá el canal público PBS (en USA).
La familia de Elmo, al paroElmo, una de las marionetas más conocidas del programa, será el personaje principal en un espacio en el que ese muñeco rojo tendrá que lidiar con una nueva situación familiar, después de que su madre haya perdido el trabajo y "ya no puedan ir a comer fuera tanto como antes", como le explican sus progenitores. "No me gusta que mami haya perdido el trabajo", se lamenta la conocida marioneta, a quien también le explican que "no puede tener tantos juguetes nuevos como antes, o que a partir de ahora sería una buena idea dejar de alquilar películas y ver las de la biblioteca pública del barrio".
Así, serán muchos los consejos que se darán en el programa y que las familias podrán aplicar para conseguir no gastar tanto en tiempos poco halagüeños, una forma de vida que antes jamás habrían contemplado.
Como no podría ser de otra manera, este especial estará también disponible en español en la web del conocido espacio de televisión, junto a material educativo complementario totalmente traducido. El principal objetivo es, más allá de desvelar trucos, conseguir que padres e hijos conversen sobre las finanzas del hogar, porque muchas veces tener una conversación sobre lo que ocurre en casa es difícil y se nos olvida que los niños también sufren.
No es la primera vez que se organiza algo de este tipo. Después de los viles ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, Barrio Sésamo ya ofreció un especial llamado "Puedes preguntar", en el que animaban a los pequeños a desahogarse después de lo ocurrido.

26.8.09

Las pruebas de selección de empleo cada vez más duras

Casi el 95 por ciento de los demandantes de empleo opina que los procesos de selección para conseguir un puesto se han endurecido en el último año. Un 56 por ciento cree que son las empresas las que han aumentado el nivel de requisitos deseados, mientras que un 39 por ciento lo achaca a una mayor competencia entre los candidatos. Esto es lo que refleja una encuesta llevada a cabo por el portal de ofertas de empleo Infojobs, que revela que un 61 por ciento de las empresas mantiene los mismos requisitos que en años anteriores, mientras que un 35 por ciento reconoce que es más exigente ahora.
Lo cierto es que el número de ofertas dirigidas a candidatos con estudios superiores ha aumentado año tras año. En 2007 suponían un 29,22 por ciento del total de las ofertas, en 2008 un 32,83 por ciento y, en la actualidad, representan un 35,68 por ciento. En cambio el número de ofertas que solicitan candidatos con un nivel de estudios básicos descendió de un 19,20 por ciento en 2007 a un 14,96 por ciento en 2009.
Este comportamiento fue diferente según el tipo de profesiones. Para la profesión comercial, por ejemplo, los requerimientos académicos son menos exigentes. Si en 2007 el porcentaje de ofertas que pedían estudios universitarios era del 21 por ciento, este porcentaje descendió hasta el 17 por ciento este año 2009. Por el contrario, en las profesiones relacionadas con las finanzas y contabilidad, estos requisitos han ido aumentando cada año. Si en el 2007 las ofertas que pedían estudios universitarios eran de un 54 por ciento, actualmente este requisito es solicitado en un 63 por ciento.
En cuanto a la experiencia previa requerida, se detecta un aumento de los años de experiencia que piden las empresas. Sólo un 6,62 por ciento de las ofertas en 2007 pedían más de tres años de experiencia, mientras que ahora ya son un 11,86 por ciento.
Todo esto unido a que cada vez estamos un mucho menos preparados, donde los universitarios acaban sus estudios, por ejemplo, incapaces de escribir una mísera cara de un folio sin menos de diez o veinte faltas de ortografía de bulto -sin exagerar-, da una clara imagen del lugar donde nos encontramos. En otra crisis.

24.8.09

El síndrome postvacacional se acerca peligrosamente a España

Según se desprende de un estudio elaborado por la empresa de trabajo temporal Randstad, casi un 60% de los españoles reconoce que sufre el denominado síndrome postvacacional al experimentar al volver al trabajo una pequeña depresión, que se supera poco a poco con el paso de los días. Este síndrome se expresa en una serie de síntomas que pueden variar: tristeza, insomnio, irritabilidad, dolores de cabeza, alteraciones en el apetito o desmotivación.
Tras evaluar a 1.600 personas durante el presente mes de agosto, se deduce que el perfil del afectado es el de una mujer, española, de entre 25 y 29 años, y con estudios universitarios. Curiosamente, ellas sufren más que los hombres al retornar a la oficina, al afirmar que sufren este trastorno un 63% frente al 51% de los varones. El punto álgido para sufrir el síndrome postvacacional está en la segunda etapa del desarrollo profesional, ya que a los trabajadores de entre 25 y 29 años es a los que más les cuesta volver a la rutina, con un porcentaje del 65% que así lo confiesan.
A partir de los 45 años es cuando la vuelta a la oficina parece más llevadera y casi la mitad de los consultados (49 por ciento) reconoce que no sufre estos síntomas. Las personas con estudios básicos afirman por una ligera mayoría que no les cuesta volver al trabajo tras su periodo de descanso (un 52 por ciento) pero, a partir de ese punto, aumentan no sólo la complicación de las tareas, sino las responsabilidades de los puestos y, por tanto, la dificultad para ponerse manos a la obra.
Por último, en cuanto a la nacionalidad, los españoles parecen tener más dificultades para regresar a su empleo que los extranjeros. Así, un 60 por ciento reconoce haber sufrido en alguna ocasión el síndrome postvacacional frente al 46 por ciento de los inmigrantes. Para casi la mitad de los consultados, los síntomas desaparecen "en pocos días" y, en todos los grupos, la mayoría de los profesionales necesitan tan sólo entre dos o tres jornadas para hacerse a la nueva situación. Los porcentajes se reparten de la siguiente manera: un 21 por ciento dice que tiene síntomas un día; el 35 por ciento afirma que necesita dos o tres días para superarlo; un 29 por ciento admite que al menos necesita una semana y el 15 por ciento precisa de más de siete días para adaptarse.
Las mujeres necesitan de media más tiempo que los varones: un 16 por ciento tarda más de una semana, un 29 por ciento necesita una semana, un 36 por ciento entre dos y tres días, y sólo un 19 por ciento necesita un día. Ellos, en un 47 por ciento de los casos, tardan menos de tres días y sólo un 14 por ciento requieren más de una semana.
Los jóvenes son los que demuestran signos más rápidos de recuperación, puesto que un 26 por ciento de los menores de 25 años confiesa que tarda tan sólo un día. De nuevo los profesionales de entre 25 y 29 años muestran sus problemas con la vuelta al trabajo, puesto que un 35 por ciento necesita dos o tres días y un 33 por ciento al menos una semana. Entre los universitarios, un 19 por ciento requiere más de una semana para recuperarse y un 34 por ciento una semana. Los titulados de Formación Profesional tardan, en un 59 por ciento, menos de tres días; un 42 por ciento de titulados en Bachillerato entre dos y tres días y un 59 por ciento de personas con estudios básicos menos de tres días.
Algunas pequeñas recomendaciones: Evita darle demasiada importancia a este malestar y afronta la vuelta al trabajo como una nueva etapa llena de otros momentos gratificantes. / Trata de mantener los pequeños placeres del verano: el aperitivo, los amigos, leer y procura aprovechar mejor y más los días libres. / Si tienes la posibilidad: no suele ser bueno comenzar la vuelta al trabajo un lunes porque agrava la situación de crisis. Deberíamos hacer la vuelta en un día diferente de la semana, así reduciremos el impacto psicológico del retorno a nuestro puesto laboral. / Aunque durante las vacaciones nos acostemos más tarde, es importante volver lo más pronto posible a los horarios habituales para dormir al menos 7 u 8 horas y garantizarnos así el buen descanso. / Sigue una dieta sana y equilibrada que proporcione todos los elementos indispensables para superar el regreso. / Y para el próximo año reparte las vacaciones a lo largo de los 365 días. Aunque dejemos la mayor parte para el verano, siempre es bueno dejar unos días para así tener pequeñas válvulas de escape a lo largo de todo el curso laboral.

20.8.09

Las mujeres combaten la crisis económica a base de pintalabios y esmalte de uñas

Según revela un estudio de L'Oreal, el 31% de las mujeres españolas y el 29% de las europeas cuidan más su imagen en el trabajo en tiempos de crisis. La investigación muestra que pese a la situación económica actual el 86% de las españolas no ha reducido su gasto en maquillaje y sigue usando el mismo de siempre, tan sólo un 9% de las españolas dice verse afectadas. Este porcentaje asciende al 21% cuando se trata de las mujeres italianas, que confiesan que ahora compran menos maquillaje que antes. En este sentido, las 4.000 europeas encuestadas consideran que el maquillaje mejora la imagen que tienen de sí mismas (82%), hace que se sientan mejor con su vida (73%) e incrementa su seguridad (72%).
En cuanto a los productos más recurridos por las españolas son la barra de labios (21%), la base de maquillaje (21%) y el eyeliner (16%); mientras un 34% de las alemanas y un 27% de las francesas aseguran confiar más en la máscara de pestañas para afrontar su rutina diaria.
Por otra parte, las mujeres siempre acuden a un corte de pelo para sentirse mejor en época de turbulencias. Tal es el caso de las francesas, pues un 41% de ellas aseguran que ir a la peluquería les ayuda a escapar de las preocupaciones diarias. Por su parte, el 31% de las españolas encuestadas han cambiado su corte de pelo para animarse y un 28% ha variado su color. Asimismo, un 12% prefiere lucir melena corta por ser más económico de mantener.
Este estudio, elaborado en Estados Unidos, España, Alemania, Francia e Italia a través de encuestas llevadas a cabo a mujeres de entre 15 y 65 años que usan maquillaje (800 por país), analiza el uso de este cosmético y el cuidado del aspecto personal en periodos de recesión como el que vivimos. Y es que en momentos de crisis el consumidor tiende a reducir gastos, aunque manteniendo pequeños caprichos que compensen sacrificios mayores. En el caso concreto de las mujeres, uno de esos caprichos es el maquillaje.
El informe arroja otros datos curiosos sobre los cambios que la crisis ha provocado en el uso del maquillaje. Así, en el caso concreto de las españolas, un 7% de ellas dice estar usando un maquillaje más marcado y un tercio coincide en afirmar que cuida más su look en la oficina.
Y es que aunque parezca imposible hay determinados sectores o negocios que dan la espalda a la crisis. Y uno es éste, el mundo de la cosmética. Hace poco, otro estudio de Estée auder ya revelaba que los consumidores tienden a comprar más productos de belleza, como barras de labios en épocas de crisis. Así, los maquillajes y las cremas no entienden de crisis (ante todo siempre guapas) y marcas mundiales como L’Óreal, Elizabeth Arden o Revlon superan sus ventas día a día.
Pero aquellos otros negocios relacionados con el gran lujo también aumentan sus ventas. Porque los ricos son cada vez más ricos y no conocen la palabra crisis. De manera, estar al cargo de una inmobiliaria de casas de lujo te mantiene más vivo que nunca, al igual que vender automóviles de la marca Ferrari, ya que la marca italiana cerró el pasado año con un 15% de ventas más que en 2007.
Y, cómo no, los psicólogos o psiquiatras también se llenan de nueva clientela que, o bien por perder su empleo o no poder hacer frente a las deudas o el pago de la hipoteca, sufren trastornos de ansiedad, unidos a la depresión y el estrés.
Pero volviendo al tema con el que empezamos esta entrada, ya se sabe lo que dice el refrán, al mal tiempo buena cara, pero siempre con la ayuda de los cosméticos. Cremas nutritivas, hidratantes, rejuvenecedora, con efecto Botox y sobre todo mucho maquillaje. Ocurrió en la gran depresión mundial de los años 30 y vuelve a repetirse en la actual recesión económica, aunque con algunos cambios. Entonces fueron los pintalabios los que dispararon sus ventas, ahora les acompañan también el esmalte de uñas, las sombras de ojos y, sobre todo, el maquillaje para cubrir esas arrugas, granos e imperfecciones que pueden agravarse con las preocupaciones propias de tiempos de crisis.

4.8.09

Y después de la crisis, la catástrofe energética

Según advierte el economista jefe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), Fatih Birol, en una entrevista concedida al diario británico 'The Independent', la recuperación de la economía se enfrenta a la amenaza de una "catastrófica" crisis energética porque la mayoría de los principales campos petrolíferos han sobrepasado ya su capacidad máxima de producción. Así, Birol alerta de que actualmente existe un "riesgo real" de que se produzca una crisis en el suministro de petróleo después del año 2010, cuando se prevé que la demanda repunte como consecuencia de la gradual recuperación económica global prevista para el año próximo, puesto que no se está haciendo lo necesario para conseguir nuevos suministros ante el declive de la producción en los campos existentes. "Será especialmente importante, puesto que la recuperación de la economía global será todavía muy frágil y vulnerable. Muchos creen que habrá una recuperación en los años venideros, pero se tratará de una recuperación muy lenta y frágil en la que nos enfrentaremos al riesgo de que sea estrangulada por los altos precios del petróleo". En este sentido, el economista de la AIE advierte de que las economías occidentales se enfrentarán al hecho de que los escasos países productores con reservas significativas de crudo incrementarán de forma sustancial su influencia en los mercados si se produce esta crisis energética después de 2010.
Asimismo, Birol alerta del impacto en la inflación de esta potencial crisis en el suministro de petróleo. "Si vemos mayores restricciones en el mercado, la gente de la calle sufrirá mayores precios, mucho mayores que hoy en día, lo que tendrá un impacto sobre la economía, especialmente si estas restricciones en los mercados se producen en los próximos años".
Advierte también de que los principales campos de producción de petróleo han sobrepasado ya su máxima capacidad de suministro por lo que alerta de la necesidad de buscar fuentes alternativas de suministro para hacer frente a la demanda de crudo. Con respecto a este asunto, la AIE calcula que el declive en la producción de petróleo en los campos existentes se ha acelerado hasta el 6,7 por ciento anual, frente al 3,7 por ciento estimado en 2007 y apunta que la producción en la mayor parte de los países ajenos a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ha tocado techo, por lo que da por concluida la época del petróleo barato. Afirma Birol que "un día nos quedaremos sin petróleo, no ocurrirá hoy ni mañana, pero un día ocurrirá, tenemos que prescindir del petróleo antes de que el petróleo prescinda de nosotros, y hay que prepararse para ese momento", recomendando empezar lo antes posible, puesto que todo el sistema social y económico está sustentado sobre el petróleo, por lo que un cambio así llevará mucho tiempo y es una cuestión que se debe afrontar "muy seriamente". A este respecto, el economista apunta la necesidad de acelerar la movilización de recursos energéticos renovables, incrementar la eficiencia energética y buscar transportes alternativos. "Tenemos que hacerlo para luchar contra el calentamiento global, pero el riesgo de una crisis energética inminente redobla el carácter imperativo de estos cambios".

3.8.09

Maquillando el currículum

Según un informe de la empresa de trabajo temporal Randstad, un 21 por ciento de los trabajadores reconoce haber maquillado o exagerado alguna vez su currículum, especialmente en cuanto a los conocimientos sobre idiomas, para obtener así un determinado puesto de trabajo.
La compañía explica que los candidatos tienden a exagerar su conocimiento de otro idioma y que el inglés medio es ya sobreentendido por el seleccionador como un nivel bajo. No obstante, mentir no sirve de nada ya que cada vez es más habitual realizar una pequeña prueba de nivel durante la propia entrevista.
También, cuando un candidato ha pasado por periodos de desempleo, suele ser habitual que mienta para alargar los periodos entre un puesto y otro, pero al indagar sobre cada puesto es más que posible que el reclutador lo acabe detectando. Con respecto a este asunto, lo mejor es ser honesto y explicar cuáles fueron las razones del fin de contrato en cada uno de los casos, que pasar por la vergüenza y el descrédito de quedar como un mentiroso.
En otros casos, menos habituales, los candidatos deciden quitarse años u obviar su fecha de nacimiento en el currículum, en especial las mujeres de edad avanzada, pues piensan que una persona de mayor edad tiene más dificultades para acceder a un puesto de trabajo.
Los cursos especializados son otra forma de exageración. En ocasiones, los candidatos incluyen formación técnica o especializada que no han cursado, pensando que esto les puede ayudar a conseguir un puesto. Esto se detecta tan pronto como el seleccionador pregunta sobre el conocimiento adquirido o cuándo se ha puesto en práctica la formación adquirida. En esta misma línea, muchos candidatos exageran las tareas o funciones que han desarrollado en un determinado puesto, mientras que en el tema del salario, aunque no suele incluirse directamente en el currículum, es habitual que los candidatos exageren su salario en las entrevistas que se suceden en un proceso de selección.