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9.4.10

Cosas que no hay que hacer si nos toca la lotería

En 2002, el basurero británico Michael Carroll ganó más de nueve millones de libras en la Lotería británica. Tan solo ocho años después, vive de lo que cobra del paro y su fortuna se ha dilapidado en coches, droga, prostitutas, apuestas y otros lujos. "Solo pensaba en tres cosas: sexo, drogas y oro".
Con todo, Carroll confiesa que ahora vive más contento con las casi 50 libras semanales que cobra como prestación de desempleo que cuando tenía tantos millones. "La fiesta se ha acabado y he vuelto a la realidad. No llego a juntar ni dos céntimos, pero así es como me gusta. Encuentro más fácil la vida con cincuenta libras que con millones".
Los 9,7 millones de libras que ganó en 2002 en el bote de la Lotto se las fundió en compras como una flota de coches de lujo (incluido un Mercedes negro en el que pintó el título de 'Rey de los Macarras').
Hacia finales de 2003, Carroll ya se gastaba unas 2.000 libras diarias en drogas para él y sus amigos y daba fiestas en una mansión de unas 330.000 libras en Downham, Norfolk.
Su esposa, cansada y molesta por esta vida de excesos, decidió dejarlo y llevarse consigo a la hija de ambos. Ello no le hizo recapacitar: comenzó a contratar los servicios de hasta cuatro prostitutas diarias.
Y entonces un camello le introdujo en el crack: "Me regaló la primera dosis y después subía el precio cada vez que venía. Él sabía lo que hacía, y me enganchó".
Otros gastos: perdió un millón de libras apostando a carreras de caballos y perros. Otro millón lo dedicó a invertir en su equipo favorito, los Rangers. El año pasado llegó la bancarrota: gastó sus últimas 400.000 libras, que obtuvo con la venta de sus coches.
Unos pandilleros lo echaron de su mansión, a la que no ha vuelto, y ahora vive en una casa mucho más modesta. "He vivido la buena vida, pero lo que quiero ahora es mi antiguo trabajo y un salario normal", asegura Carroll. "Haré cualquier cosa por ganar una o dos libras".