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28.12.11

Los horarios de trabajo y la comida son motivo de riesgo laboral

Las personas que hacen girar su vida en torno a sus turnos de trabajo (mañana, tarde y noche en rotación mensual o quincenal, etc.) deberían intentar cuidarse pues tienen bastante más posibilidades de sufrir obesidad o diabetes tipo 2 debido, principalmente, a que la mayoría sigue patrones alimenticios muy pobres al no tener tiempo de preparar o encontrar nada mejor que poder comer.

En la actualidad, se calcula que entre el 15 y el 20 por ciento de la población activa europea y estadounidense trabaja sin un horario fijo, lo que hace más complicado seguir una dieta sana y variada. Así, una persona que se pasa semanas trabajando de noche y a las dos de la madrugada tiene un descanso y se va a tomar algo tiene más facilidad de tomar alimentos precocinados o la llamada comida rápida (o basura).

Lo mismo sucede con el resto de horarios y, sobre todo, cuando una persona está sometida a cambios frecuentes y rápidos. Si trabajas por las tardes, pero tienes que entrar muy pronto o por las mañanas pero ya sales tarde no tienes tiempo para preparar nada con un poco de cuidado o, de tenerlo, no sirve de nada comer una semana sano y pasarte tres comiendo cosas precocinadas. Si a esto se añade que la comida rápida es fácil de encontrar, tiene buen sabor y es barata, acudimos a ella más, por lo que aumentamos nuestras probabilidades de terminar sufriendo diabetes y obesidad.

Para la OMS (Organización Mundial de la Salud) la obesidad ya puede calificarse como pandemia. Con 502 millones de obesos en todo el planeta, muchos especialistas apuntan directamente a los organismos competentes para rebajar estas cifras. Pero, ¿qué medidas se podrían tomar? Ya hay quien dice que la comida basura debiera legítimamente ser considerada como una nueva forma de riesgo laboral en un intento para que en los lugares de trabajo que tengan a empleados con estos turnos se implantasen menús más sanos y baratos.

Son muchos los nutricionistas que ya exigen medidas administrativas que fomenten dietas variadas y ricas en verduras y frutas, haciéndolas más accesibles y baratas porque la obesidad ya no se asocia solamente a la diabetes, sino también a diferentes tipos de cáncer, como el de mama, el de colon o el de páncreas. Es realmente una epidemia a la que hay que buscar medidas. Un riesgo laboral importante.