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2.2.12

Una actitud positiva ante la vida por parte del trabajador contribuye al éxito de la empresa

Mantener una actitud positiva ante la vida suele entenderse como una forma inteligente de enfocar el día a día. En el trabajo, esta actitud cobra particular importancia debido a que las personas que imaginan a sus compañeros de una forma positiva, es decir, competentes, inteligentes y capaces desempeñan una labor más productiva y eficiente. Por otra parte, la forma en que se percibe a los otros en el entorno laboral puede identificar también la actitud personal en la vida real. Así, si un trabajador tiende a percibir a los demás valorándolos de forma positiva, esto indica que su manera de entender el mundo en general también tiende a ser optimista.

Los seres humanos reflejan sus debilidades en el prójimo. Un empleado vago o incompetente tendrá la misma percepción del resto de sus compañeros de trabajo, con lo que será difícil que exista un ambiente de motivación y persecución de objetivos dentro del equipo.

Lo mismo sucede entre la relación jefe-subordinado. Si un gerente siente que sus empleados son perezosos, difícilmente sentirá que puede lograr objetivos comunes con ellos dentro del equipo. Del mismo modo que si el jefe se siente poco valorado por sus empleados, le costará encontrar la manera de motivar a personas que no creen en su capacidad de liderazgo.

Estudios señalan que aquellos que muestran una actitud proactiva o se recuperan fácilmente de los erroros cometidos son más felices y más productivos tanto en su vida real como en su trabajo.